Hoy celebro 6 meses en los que he aprendido a: cambiar un pañal (ya lo hago hasta con la luz apagada), amamantar, cantar, sacar mocos, bailar coreografías al son de una zamba, limpiar babas, cortar mini uñas, entender el idioma del llanto y el balbuceo, el porteo, llamar a las estrellas en la noche, dar comidas nocturnas, jugar a la hormiguita de las cosquillas, arrastrarme por el piso para mecer una cuna sin que “nadie” se de cuenta. Aprendí a las malas que los niños no se rompen tan fácil y que un “ayayay” le duele mas a la madre que al niño.

He aprendido a ser artista en pequeños lapsos de tiempo que nunca son mas largos de 2 horas, o en la noche cuando los ojos pesan. He aprendido a tener verdaderas prioridades y a trabajar solo con aquellos que las comprenden.

Han sido 6 meses de jugar, llorar, reír, ir al parque, mas de una vez he pensado en salir corriendo, pero paro, me tomo un té y me doy cuenta que estoy viviendo lo mejor de mi vida, porque es en esas pequeñas cosas que me descubro a mi misma.

Gracias pequeña Victoria por recordarme el verdadero valor de la vida, gracias al papá de mi pequeña por permitirme hacerlo las 24 horas del día y gracias a mi misma por permitirme ser madre de manera ininterrumpida!